¿Quién lo diría no? Que una hierba que representa vida, energía y salud
pudiera llegar a ser parte del inventario en una tienda de plantas artificiales.
Pero bueno, así es la vida. Basta con que te hagas famoso para que los demás
quieran imitarte y hasta ponerte en un museo de cera, o de plástico en este
caso.
Sin embargo, lo más importante que posee esta planta no es su “look” moderno
o el minimalismo recto de sus hojas verdes. Lo mejor de su esencia se encuentra
en su adentro, en las grandes cantidades de clorofila y en los atributos
saludables que esta genera.
El pasto de trigo es reconocido como una hierba curativa y regenerativa, ya que posee un alto contenido de vitaminas, minerales, proteínas, fibras y todo lo que necesitas para mantener una vida activa y saludable.
Sé que pensarás que muchos vegetales también poseen algunos de estos atributos, y estás en lo correcto. Pero lo maravilloso de esta hierba no sólo está en la variedad de sus atributos, sino en las grandes cantidades que contiene de los mismos. Y a la hora de decir “salud”, esto es una combinación perfecta.
Si compras un vaso de pasto de trigo recién exprimido en cualquier negocio, de seguro pagarás entre 3 a 5 dólares por “shot”(trago). Pero bueno, nunca dije que saldría barato. Ahora, créeme que vale la pena. Pero si no quieres gastar esta cantidad de dinero para obtener un sorbo diario de este elixir para la salud, ¿por qué no plantar pasto de trigo en tu propia casa?.
A crecer pasto de trigo en casa
Cultivar pasto de trigo es bastante fácil. Hay personas con mayor o menor suerte, pero en realidad todo va a depender de la calidad de las semillas y que sigas los procesos necesarios para la buena germinación y sus cuidados posteriores.
En mi experiencia puedo decirles que es bastante fácil. Creo que lo más problemático puede ser mantener el pasto libre de hongos, los cuales aprovechan la humedad constante del sustrato para desarrollarse. También la falta de sol puede ser un factor determinante. Pero con buena determinación todo esto tiene remedio.
Pon a germinar esas semillas
Muchas personas siembran las semillas directamente en el sustrato (tierra), yo en particular prefiero ponerlas a germinar antes de sembrarlas. Esto no sólo le facilitará el proceso de adaptación a las semillas, pero también te aseguras de que lo que estás sembrando es materia activa.
Sencillo, coloca las semillas en un envase con agua de un día para otro. Al día siguiente escúrrele el agua, enjuaga las semillas y repite el proceso. Haz esto dos o tres días, o hasta que veas que las semillas han comenzado a germinar.
Siembra de semillas germinadas
Aquí tienes dos opciones. Puedes seguir un proceso tradicional de siembra o aventurarte con un sistema hidropónico casero. Si no eres muy ducho en esto de las siembras, te recomiendo el sistema tradicional. Pero sino, un sistema hidropónico puede ser genial para este tipo de hierbas.
Siembra tradicional
Para la siembra tradicional, agarra una bandeja más ancha que profunda. Las raíces de esta hierba no crecerán de forma profunda así que una bandeja con 5 o 6 pulgadas de profundidad será suficiente. Como quieres crecer la mayor cantidad posible de semillas busca una bandeja bastante ancha y con buen espacio horizontal para la siembra. Asegúrate de que la bandeja tenga perforaciones en la base para evitar los encharcamientos de agua.
Coloca una buena capa de tierra para siembra fértil dentro de la bandeja y cubre toda la superficie de la tierra con las semillas germinadas. Ahora riega copiosamente el terreno con agua.
Hay personas que sobre las semillas tiran una capa fina de tierra, otras simplemente colocan papel toalla o periódicos mojados cubriendo toda la superficie. Se pueden usar ambos métodos, inclusive a la vez. De cualquier forma de seguro crecerán muy bien tus semillas. Lo importante es mantenerlas húmedas regando al menos dos veces al día.
En muy pocos días notarás que ya las semillas se han adherido a la tierra y las hierbas han comenzado a crecer. Entonces es momento de quitarle la capa de papel húmedo de la superficie y ponerlas a tomar el sol. Procura el sol suave de las mañanas y la luz indirecta en las tardes. Mantén el terreno levemente húmedo ya que el sol puede fácilmente evaporar tus riegos.
Siembra hidropónica
La siembra hidropónica es muy similar a la tradicional. La única diferencia es el uso de agua como sustrato (en vez de tierra). Para esto necesitas colocar dentro de un envase con agua, una bandeja perforada la cual servirá de soporte a las semillas germinadas. Las perforaciones en este caso son para que las raíces puedan llegar al agua, beber y alimentarse. Además, sin esta bandeja perforada las semillas quedarían flotando en el agua y eso no sería muy productivo.
También debes asegurarte de que el agua contenga fertilizantes para que el pasto de trigo tenga de qué alimentarse. Por el resto todos los pasos serían los mimos. Si te interesa crecer de forma hidropónica te recomiendo hacer un poco más de investigación, ya que se me hace difícil darte todos los datos en unos leves párrafos.
Evita los hongos
Para evitar los hongos en tus nuevas hierbas, echa en un pomo rociador (con atomizador) agua mezclada con un poquito de bicarbonato de sodio (baking soda). Rocía las plantas una vez en semana. Recuerda, con los remedios caseros “menos es más” así que suave con el bicarbonato y las veces de rocío. Usualmente con buen sol y buen drenaje se evitan los hongos más fácilmente.
Recoge tu cosecha
Una vez tus hierbas cumplan al menos dos semanas, es hora de recoger la cosecha. Busca unas buenas tijeras y recorta desde la base, dejando media pulgada del tallo en la planta. Las opciones de consumo son muchísimas. Puedes hacerte una ensalada, buscar un extractor y sacarles el jugo, o simplemente mezclarlas en la licuadora con tu batido favorito.
Ya sea como remedio curativo, para limpiar tus tuberías internas o para darte energía y salud, con el pasto de trigo o “wheatgrass” nunca quedarás insatisfecho o decepcionado. Haz la prueba, si nunca lo has probado, ve a una tienda naturista, dale un “taste” y pregunta sobre sus beneficios. Si ya lo has probado y estás convencido, manos a la obra, que cultivarlo en casa le hará bien a tu salud y a tu bolsillo.
fuente: http://jardin.about.com/od/cultivodehierbas/a/Los-Beneficios-Del-Wheatgrass-O-Pasto-De-Trigo.htm
El pasto de trigo es reconocido como una hierba curativa y regenerativa, ya que posee un alto contenido de vitaminas, minerales, proteínas, fibras y todo lo que necesitas para mantener una vida activa y saludable.
Sé que pensarás que muchos vegetales también poseen algunos de estos atributos, y estás en lo correcto. Pero lo maravilloso de esta hierba no sólo está en la variedad de sus atributos, sino en las grandes cantidades que contiene de los mismos. Y a la hora de decir “salud”, esto es una combinación perfecta.
Si compras un vaso de pasto de trigo recién exprimido en cualquier negocio, de seguro pagarás entre 3 a 5 dólares por “shot”(trago). Pero bueno, nunca dije que saldría barato. Ahora, créeme que vale la pena. Pero si no quieres gastar esta cantidad de dinero para obtener un sorbo diario de este elixir para la salud, ¿por qué no plantar pasto de trigo en tu propia casa?.
A crecer pasto de trigo en casa
Cultivar pasto de trigo es bastante fácil. Hay personas con mayor o menor suerte, pero en realidad todo va a depender de la calidad de las semillas y que sigas los procesos necesarios para la buena germinación y sus cuidados posteriores.
En mi experiencia puedo decirles que es bastante fácil. Creo que lo más problemático puede ser mantener el pasto libre de hongos, los cuales aprovechan la humedad constante del sustrato para desarrollarse. También la falta de sol puede ser un factor determinante. Pero con buena determinación todo esto tiene remedio.
Pon a germinar esas semillas
Muchas personas siembran las semillas directamente en el sustrato (tierra), yo en particular prefiero ponerlas a germinar antes de sembrarlas. Esto no sólo le facilitará el proceso de adaptación a las semillas, pero también te aseguras de que lo que estás sembrando es materia activa.
Sencillo, coloca las semillas en un envase con agua de un día para otro. Al día siguiente escúrrele el agua, enjuaga las semillas y repite el proceso. Haz esto dos o tres días, o hasta que veas que las semillas han comenzado a germinar.
Siembra de semillas germinadas
Aquí tienes dos opciones. Puedes seguir un proceso tradicional de siembra o aventurarte con un sistema hidropónico casero. Si no eres muy ducho en esto de las siembras, te recomiendo el sistema tradicional. Pero sino, un sistema hidropónico puede ser genial para este tipo de hierbas.
Siembra tradicional
Para la siembra tradicional, agarra una bandeja más ancha que profunda. Las raíces de esta hierba no crecerán de forma profunda así que una bandeja con 5 o 6 pulgadas de profundidad será suficiente. Como quieres crecer la mayor cantidad posible de semillas busca una bandeja bastante ancha y con buen espacio horizontal para la siembra. Asegúrate de que la bandeja tenga perforaciones en la base para evitar los encharcamientos de agua.
Coloca una buena capa de tierra para siembra fértil dentro de la bandeja y cubre toda la superficie de la tierra con las semillas germinadas. Ahora riega copiosamente el terreno con agua.
Hay personas que sobre las semillas tiran una capa fina de tierra, otras simplemente colocan papel toalla o periódicos mojados cubriendo toda la superficie. Se pueden usar ambos métodos, inclusive a la vez. De cualquier forma de seguro crecerán muy bien tus semillas. Lo importante es mantenerlas húmedas regando al menos dos veces al día.
En muy pocos días notarás que ya las semillas se han adherido a la tierra y las hierbas han comenzado a crecer. Entonces es momento de quitarle la capa de papel húmedo de la superficie y ponerlas a tomar el sol. Procura el sol suave de las mañanas y la luz indirecta en las tardes. Mantén el terreno levemente húmedo ya que el sol puede fácilmente evaporar tus riegos.
Siembra hidropónica
La siembra hidropónica es muy similar a la tradicional. La única diferencia es el uso de agua como sustrato (en vez de tierra). Para esto necesitas colocar dentro de un envase con agua, una bandeja perforada la cual servirá de soporte a las semillas germinadas. Las perforaciones en este caso son para que las raíces puedan llegar al agua, beber y alimentarse. Además, sin esta bandeja perforada las semillas quedarían flotando en el agua y eso no sería muy productivo.
También debes asegurarte de que el agua contenga fertilizantes para que el pasto de trigo tenga de qué alimentarse. Por el resto todos los pasos serían los mimos. Si te interesa crecer de forma hidropónica te recomiendo hacer un poco más de investigación, ya que se me hace difícil darte todos los datos en unos leves párrafos.
Evita los hongos
Para evitar los hongos en tus nuevas hierbas, echa en un pomo rociador (con atomizador) agua mezclada con un poquito de bicarbonato de sodio (baking soda). Rocía las plantas una vez en semana. Recuerda, con los remedios caseros “menos es más” así que suave con el bicarbonato y las veces de rocío. Usualmente con buen sol y buen drenaje se evitan los hongos más fácilmente.
Recoge tu cosecha
Una vez tus hierbas cumplan al menos dos semanas, es hora de recoger la cosecha. Busca unas buenas tijeras y recorta desde la base, dejando media pulgada del tallo en la planta. Las opciones de consumo son muchísimas. Puedes hacerte una ensalada, buscar un extractor y sacarles el jugo, o simplemente mezclarlas en la licuadora con tu batido favorito.
Ya sea como remedio curativo, para limpiar tus tuberías internas o para darte energía y salud, con el pasto de trigo o “wheatgrass” nunca quedarás insatisfecho o decepcionado. Haz la prueba, si nunca lo has probado, ve a una tienda naturista, dale un “taste” y pregunta sobre sus beneficios. Si ya lo has probado y estás convencido, manos a la obra, que cultivarlo en casa le hará bien a tu salud y a tu bolsillo.
fuente: http://jardin.about.com/od/cultivodehierbas/a/Los-Beneficios-Del-Wheatgrass-O-Pasto-De-Trigo.htm
Pasto de trigo o "Wheatgrass"
Andrés Fortuño
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